sábado, 27 de febrero de 2016

Pancitos de la Abuela, de Mamá y Míos

Pancitos de la Abuela, de Mamá y Míos

Cuando era chica la Abuela hacía unos bastoncitos o bollitos rellenos con dulce de membrillo, esos eran días de fiesta, ya que la Abuela me dejaba ver como los amasaba, después era esperar, me volvía a llamar cuando estiraba la masa, así que la veía en todo su proceso, como cortaba los rectángulos de masa y rellenaba con el dulce de membrillo (siempre me dejaba comer algún bastón de membrillo, bueno si eran varios), los cerraba y  ponía en la asadera, para  volver a esperar, hasta que llegaba el momento de cocinar, ya  era la última  esperara que salieran del horno bien calientes y comer, aunque siempre la Abuela me decía -te van a hacer mal estómago-, eso no importaba el membrillo derritiéndose en la boca no tenía precio.

Mamá también los hacía y yo le decía que tenían otro sabor, no eran feos voy a aclarar, pero eran distintos, no importaba, Mamá me dejaba ver también como los hacía (eso sí no era tan permisiva como la Abuela a la hora de comer el dulce) y cuando salían del horno era probar, y pasaba lo mismo nada más rico que probarlos bien calientes, eso si con mucho cuidado, o corría el riesgo de quemarme la lengua o el paladar.

Ya de grande empecé a hacerlos yo, y ahí descubrí que no me salían igual a los de mi Abuela o mi Mamá, aunque ella me decía que estaban muy ricos, entonces comprendí que el sabor varía con las personas y que cada una de nosotras a pesar de haber visto cientos de veces como lo hacían Ellas, no importaba, cada una de nosotras tiene una mano distinta; con los años empecé a experimentar con los pancitos, los hago sin relleno, los corto en medallones de 5 cm, para después servir con fiambre o queso, fríos o calientes, los hago rellenos de dulce de membrillo o salados con queso y jamón, todo depende el día y como los quiero comer, si vienen amigos, sólo  para guardar en el freezer, por lo general dejo una tanda sin saborizar y la otra decido si son dulces o salados.

Sólo se que amasarlos me lleva de vuelta a la cocina de mi Abuela o la de mi Madre y creo que eso es lo mejor que me puede pasar en algunas ocasiones.

Les dejo mi versión de la receta.


Ingredientes

Masa
Harina 1 kilo
Agua o leche 600 cc.
Manteca 100 grs.
Huevos 2
Azúcar 100 grs.
Oporto, licor o jugo 25 cc.

Relleno
Dulce de membrillo, queso, jamón, a gusto de cada uno.

Extra
Manteca, huevo, azúcar, sal

Tiempo
1 hora o alguito más.

Cantidad
Salen 50 pancitos, pero va a depender del tamaño que los corten y el grosor de la masa.

Preparación

Disolver la levadura en agua,  con una cuchara de harina y azúcar, dejamos reposar unos minutos.
Mientras en una fuente ponemos la harina, el azúcar, la manteca a temperatura ambiente, y unimos con la mano.
Incorporamos la levadura, los huevos, el agua o la leche y el licor.
Amasamos, agregamos más harina si es necesario para terminar de unir, la masa debe quedar suave y despegarse de las manos sola, (por favor no maltrate a la masa, con golpes, ella y quienes van a comer no tienen la culpa de su ira, dicen por ahí que nuestras emociones se transmiten a lo que cocinamos).
Colocar el bollo en un recipiente grande, donde pueda duplicar su volumen, lo cubren con harina, lo tapan con una bolsa de plástico limpia o film de cocina, y lo dejan leudar (el tiempo va a depender de si es invierno o verano) a la media hora debe estar lista para el segundo paso.

Estiran la masa con un palo, la dejan de 2 cm de espesor y cortar medallones de 5 cm., los colocan en placa enmantecada y enharinada, y dejan levar nuevamente.
Si los quieren saborizado, repiten el procedimiento, agregan al medallón el relleno, cierran y lo colocan en la placa.

El tiempo como les dije anteriormente, mínimo 30 minutos.

Cuando ya están bien gorditos, los pintan con huevo, si lo desean pueden espolvorear con azúcar o sal gruesa.

Cocinan en horno caliente y fuerte entre 20 a 25 min.

Y listo, a disfrutar, bien calentitos son un pecado, el de la gula, pero que les puedo decir a veces pecar es maravilloso.

Si los quieren servir como pequeños emparedados, los abren al medio, lo rellenan con jamón, queso o lo que más les guste, los pueden servir calientes o fríos.

Espero les guste.

Besos.

Stella Maris Leone Geraci

Artista Plástica, Fotógrafa, Escritora



martes, 9 de febrero de 2016

Recetas de Abuela, de Madre y Mías

Recetas de Abuela, de Madre y Mías

Vengo de una familia Italiana, la comida era importante y saber cocinar también, me críe en la cocina, en la de mi Madre y en la de mi Abuela, ahí hacían sus recetas sencillas, simples, sin grandilocuencia, pero tan rica, que todavía hoy si cierro los ojos, puedo sentir su sabor y oler su perfume.

Cuando una se hace grande también quiere cocinar como Ellas, igualarlas, aprendí que sus recetas no tienen el mismo sabor que las de Ella, al principio creí que estaban mal realizadas, después me di cuenta que cada una tiene su mano a la hora de hacer la alquimia perfecta entre comida y sabor, la misma receta que hacía mi Abuela no sabía igual a la que hacía mi Madre y la mía es totalmente diferente, si tiene el espíritu de las mujeres que me inspiraron.

La idea de este blog es pasar las recetas de Tres Mujeres unidas por el mismo lazo sanguíneo, Madre, Hija, Nieta, en tres sabores distintos, cada receta tendrá su historia, y desde luego mi propia variante, porqué mi alquimia de cocinera no es la misma a la de mi Abuela y mi Madre.

La foto que ilustra esta breve introducción pertenece al cuaderno de recetas que empezó mi Madre y que yo continúe, a lo largo de los años, cocinar es dar, dar al otro algo de uno mismo.

Hoy les doy mis tesoros más preciados las recetas que pasaron de generación en generación.

Stella Maris Leone Geraci
Artista Plástica, Fotógrafa, Escritora